Por ejemplo: llegan dos hombres a la "Misa". Uno
va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre
andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: «Por favor, siéntate aquí,
en el puesto reservado.» Al pobre, en cambio: «Estáte ahí de pie o
siéntate en el suelo.» Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis
con criterios malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido
Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del
reino, que prometió a los que lo aman?