En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte
a una montaña alta.

...una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube
decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto.
Escuchadlo»
Mateo 17,1-9