Las “iglesias ortodoxas” confiesan que ellas solas son "la
única iglesia de Cristo en la tierra".
La “iglesia católica” ha proclamado durante siglos que "fuera de la
iglesia no hay salvación". Y San Cipriano, Obispo de Cartago escribió:
"nadie puede tener a Dios como Padre si no tiene a la iglesia como
Madre". Y el Papa Bonifacio VIII, el 18 de noviembre de 1302, en su bula
Unum Sanctus ya no dejó ninguna duda cuando proclamó: "Declaramos, es
decir, definimos y pronunciamos que es absolutamente necesario para la
salvación de toda criatura humana estar sometida al Romano Pontífice".
Los “Protestantes” también heredaron el complejo de superioridad. Al
colocar la Biblia por encima de la iglesia, revolucionaron el papel de la
Biblia y dieron más poder al individuo en su interpretación y en el ministerio
eclesial.
"El que no
está contra nosotros…
está con nosotros"