(...)-«Un
hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco
talentos de plata,
a otro
dos, a otro uno,
a cada
cual según su capacidad;
luego
se marchó.
(…)
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y…